La vigilancia compartida: más que un eslogan, una competencia que se construye

«La seguridad es asunto de todos.»

Todos hemos oído esta frase. Sin embargo, en muchas empresas sigue siendo una quimera. La seguridad sigue percibiéndose con demasiada frecuencia como responsabilidad exclusiva del directivo o del departamento de HSE. La Vigilancia Compartida propone un cambio de paradigma radical: transforma la seguridad en una competencia colectiva y en una responsabilidad mutua. Es el cimiento de una cultura de prevención sólida. Pero, ¿cómo pasar de este noble concepto a una práctica cotidiana, arraigada en los comportamientos? No basta con quererlo, hay que construirlo metódicamente, creando un entorno de confianza y dotando a los equipos de las herramientas necesarias.

Comprender los obstáculos: por qué se guardaba silencio sobre la vigilancia

Antes de construir, hay que comprender qué impide que se exprese la vigilancia. Este es el primer paso de nuestro Método CAP: «To Comprehend». Los obstáculos suelen ser invisibles y profundamente humanos. Por ejemplo, el miedo a parecer «sabelotodo», el temor a ofender a un compañero con más experiencia o el «síndrome del espectador», en el que cada uno piensa que alguien más va a intervenir. Una dirección que reacciona negativamente o ignora la información recibida también anula cualquier iniciativa. Por lo tanto, un diagnóstico honesto de la cultura existente es un requisito previo indispensable para identificar las barreras que hay que eliminar.

Generar confianza: el papel clave del gerente-líder

La Vigilancia Compartida se basa en un pilar innegociable: la seguridad psicológica. Es el responsable quien debe instaurarla. Durante la fase de «To Architect», definimos una hoja de ruta clara para la dirección. Esto pasa por acciones concretas:

Valorar las notificaciones: Agradecer públicamente a un colaborador que haya señalado un riesgo, aunque sea menor.
Dar ejemplo: solicitar activamente la opinión de los equipos sobre cuestiones de seguridad y reconocer los propios errores u olvidos.
Proteger la libertad de expresión: establecer rituales (reuniones informativas de seguridad de 5 minutos, «momento de seguridad» al comienzo de las reuniones) en los que no solo se permita hablar de los riesgos, sino que se fomente.

Producir el reflejo: dotar de herramientas y afianzar el comportamiento

Una vez establecida la confianza, hay que dotar a los equipos de los medios necesarios para actuar. La fase de «Produce the Infusion» consiste en implementar las herramientas y la formación que transformarán la intención en competencia. No se trata solo de saber qué observar, sino cómo expresarlo. Los talleres sobre comunicación asertiva y benevolente pueden ayudar a formular un comentario constructivo («He observado que…, ¿necesitas ayuda?») en lugar de una reprimenda. Para afianzar este comportamiento es necesario repetirlo y valorarlo continuamente, hasta que «prestar atención al otro» se convierta en un automatismo, en un verdadero reflejo de solidaridad.

Conclusión

En definitiva, la Vigilancia Compartida es el síntoma de una cultura de seguridad sana y madura. No surge por casualidad, sino de un esfuerzo consciente y estructurado, impulsado por un liderazgo ejemplar. Es la prueba de que las personas ya no son solo ejecutoras de procedimientos, sino actores inteligentes y responsables de la prevención. Al «unirse por la vigilancia», los equipos pueden realmente «unirse por el rendimiento», transformando la seguridad de un coste en una verdadera ventaja competitiva y humana.

Ideas clave

En definitiva, la Vigilancia Compartida es el síntoma de una cultura de seguridad sana y madura. No surge por casualidad, sino de un esfuerzo consciente y estructurado, impulsado por un liderazgo ejemplar. Es la prueba de que las personas ya no son solo ejecutoras de procedimientos, sino actores inteligentes y responsables de la prevención. Al «unirse por la vigilancia», los equipos pueden realmente «unirse por el rendimiento», transformando la seguridad de un coste en una verdadera ventaja competitiva y humana.

FAQ

¿Qué es la vigilancia compartida?
Es un enfoque en el que la seguridad se convierte en una responsabilidad colectiva y mutua, y ya no solo del director o del departamento de HSE.

¿Por qué rara vez se expresa la vigilancia?
Por miedo a parecer moralista, por temor a ofender a un compañero, por el síndrome del espectador («alguien más intervendrá») o por las reacciones negativas de la dirección.

¿Cuál es el papel del responsable?
Crear un clima de seguridad psicológica: valorar las alertas, dar ejemplo, reconocer los errores, instaurar rituales (reuniones informativas, «momentos de seguridad»).

¿Cómo afianzar los buenos reflejos?
Dotando a los equipos de las herramientas necesarias: formación en comunicación constructiva, ejercicios prácticos, valoración continua para transformar la vigilancia en un reflejo solidario.

¿Cuáles son los beneficios para la empresa?
Una cultura de prevención sólida, empleados más comprometidos y responsables, y una seguridad que se convierte en una palanca de rendimiento y competitividad.

Fuentes :

Code du travail, art. L.4121-1 : obligation générale de sécurité de l’employeur.

Code du travail, art. L.4122-1 : responsabilité du salarié vis-à-vis de sa propre sécurité et de celle d’autrui.

Code du travail, art. L.4131-1 : droit d’alerte et de retrait en cas de danger grave et imminent.

ISO 45001:2018, clause 5 “Leadership et participation des travailleurs”.

ISO 45001:2018, §5.4 Participation et consultation des travailleurs.

Amy C. Edmondson. L’entreprise sereine. La sécurité psychologique. Pearson, 2022. Traduction française de The Fearless Organization.

AFNOR. Management de la santé et de la sécurité selon l’ISO 45001 : Les clefs pour comprendre et mettre en place. Guide pratique de déploiement, 2018.

Olivier Gauthey & Gérard Gibeault. Développer une culture de sécurité au travail. Comment obtenir l’adhésion de tous ? AFNOR, 2016.

Dunod (collectif). Gestion des risques et culture de sécurité : Maîtriser les facteurs humains et organisationnels. Dunod, 2020.

INRS. Facteur humain et culture sécurité. Dossier technique et pédagogique, 2019.

B. de Montmollin (coord.). Former les équipes à la sécurité et à la performance avec le Crew Resource Management. Éditions Eyrolles, 2015.

Erik Hollnagel. Safety-I et Safety-II : Le passé et l’avenir de la gestion de la sécurité. (trad. française, éditions Techniques de l’Ingénieur, 2017).

Frédéric Fanget & Bernard Rouchouse. L’affirmation de soi. Une méthode de thérapie. Odile Jacob, 2003